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Arquitectos: Tapia Construcciones, XhARA
- Área: 350 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Eduardo Tapia, Joaquín Trillo
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Desde la declaratoria de la Quebrada de Humahuaca como Patrimonio de la Humanidad, el incremento de la actividad turística seguida por el aumento del costo de vida trajo como consecuencia el surgimiento de actividades económicas que se resignifican en continua tensión con las prácticas campesinas prexistentes. En la localidad de Tilcara, esta transformación condujo al desplazamiento de diversas técnicas de construcción por la incorporación de otras formas de edificación y valorización. En este contexto el proyecto propone trabajar sobre los saberes, las características espaciales (en torno a patios) y materiales (adobes, piedra, morteros y revoques en tierra) que caracterizan a la arquitectura local. Estableciendo una continuidad con las prácticas constructivas de la región desde una perspectiva actual, la elección de materiales y técnicas vernáculas permitirá conferir a la experiencia de gestión y construcción del conjunto de un sentido apropiado con el territorio.
Basado en la normativa peruana E.080, el edificio se construye con adobes reforzados con entramados de cañas verticales y horizontales vinculadas a vigas collares de madera. En las salas de grandes luces, se incorporan estructuras independientes de madera con el objetivo de permitir que techos y muros de adobe trabajen en forma separada, sin perder la vinculación entre ambos. La totalidad del conjunto se diseña en base a los criterios de esbeltez y apertura de vanos recomendados por la normativa, dando lugar a un conjunto articulado por patios que favorecen la iluminación natural y las ventilaciones cruzadas. El uso de revoques en tierra estabilizados mediante materiales naturales (arcilla, arena, cenizas, macerado de cactáceas, engrudo) y cal, permitirá al edificio el intercambio de humedad con el exterior logrando espacios confortables.
La propuesta para el Teatro de la Red Mote, consiste en un edificio vivencial que se descubre por medio de la circulación en torno a una serie de patios que articulan las distintas salas. Estos ámbitos de encuentro, actuarán como expansiones que organizan las formas de utilización de los espacios y sus funciones. La posibilidad de independizar estos ambientes, permitirá la superposición de eventos y el desarrollo de diversas actividades en paralelo. Se buscó potenciar las técnicas de construcción local haciendo uso de sus cualidades térmicas, su expresividad y calidez. La tecnología empleada, permitirá reducir la huella ecológica del edificio al utilizar materiales disponibles en las vecinas riberas de los ríos y campos tales como la tierra, piedra, caña, áridos, etc. El conjunto edilicio se plantea a partir de una solución constructiva neo-artesanal, con materiales y técnicas locales que respondan a los criterios de materialidad, forma y función de la región.
